martes, mayo 02, 2006

EL MEJOR PARTIDO QUE VÍ

¿Qué cuál fué el mejor partido que yo ví? Nooo nene, no fue en un mundial, tampoco en un campeonato local, ni una final. Dejame que te cuente:

Era un forro ese tipo. Un hijo de su madre, aunque su vieja no tiene nada que ver. No saludaba ni respondía cuando yo lo saludaba. Las únicas palabras que cruzábamos eran sobre fútbol y él, mucho mayor que yo, se mofaba de la actualidad de mi equipo. ¡¡Justo él, que su Boca Juniors hacía cinco años que no ganaba nada y hasta hacía poco tuvieron que usar camisetas con los números pintados y tenían el estadio clausurado!! Pero él era así y yo, tal vez por mi edad, no me animaba a contestarle a mi vecino. Igual era conciente que River hacía del Nacional 81 que no salía campeón y que casi se fué al descenso en el 84....si no fuera por Santilli que puso unos mangos para contratar al Bambino y armar un equipo como la gente.

¡Pero qué calor que hizo ese día! Ese enero había sido bravo.Y al mediodía me lo cruzé. Él llegaba a su casa del laburo y yo salía de la mía. Nos miramos, lo saludé sin ánimo que me responda y cuando cruzaba la calle me grita: ¡¡Esta noche los atienden los polacos!! No me dió tiempo a responder porque cuando giré la cabeza, él entraba a su casa pero recordé que a la noche jugaban un partido amistoso en Mar del Plata, River contra la selección de Polonia que se preparaba a jugar el mundial de México.

Como siempre hacíamos en verano, cenamos con mi familia en la mesa del patio y como la noche nos regalaba algo de fresco, decidimos sacar el aparato de televisor para ver el partido que ya estaba por empezar. "Hoy River juega con algunos suplentes" le digo a mi viejo que nunca sabía nada y cuando me pregunta sobre los polacos lo único que supe decirle fue: "No vino la figura de ellos, Boniek, que juega en Italia"

Empieza el match y River hace rápidamente el primer gol, que observamos como si fuera un hecho más del partido. "Me parece que estos de Polonia son unos paquetes" comentó al pasar mi papá. Yo lo miré sin responder ya que rápidamente el equipo extranjero empataba el partido. Y en ese instante me pareció escuchar un festejo que venía de la casa de al lado aunque decidí no darle imortancia.
Al poco tiempo el seleccionado metía el segundo gol y junto a la ratificación de que esos tipos eran muy buenos jugadores, confirmaba que mi vecino les hacía la hinchada ya que escuché un festejo totalmente claro. ¿Vos podés creer? El muy puto de mi vecino gritaba los goles de ellos.

Termina el primer tiempo y el helado que había de postre amenizó un poco la espera de un segundo tiempo que arrancaba con un rápido y nuevo gol de Polonia que ponía las cosas 3-1. Imaginate, en la casa del vecino ya había fiesta. Al ratito renació mi esperanza ya que el Beto Alonso clavó un zurdazo bajo que ponía el tanteador 3-2. Lo grité, mas para que escuche el pavote de al lado que por alegría. Pero como te dije antes, estos polacos eran buenos y en un exelente contraataque hicieron un nuevo gol que mi vecino me gritó con alma y vida.

Yo me hundía en el sillón. Imaginaba las gastadas de mañana. 4-2 en contra y faltan quince minutos. Casi me voy a dormir, te lo juro, no quería estar despierto para oir los festejos de al lado cuando termine el partido. Pero justo cuando enfilaba para mi habitación aparece el uruguayo Francéscoli y hace un gol para River que queda a tiro del empate. Decidí quedarme. "Faltan 10 minutos, ¿quién te dice?" pensé para mis adentros. El resto de mi familia ya había perdido interés y se había dispersado por la casa. Éramos la TV, yo y mi vecino medianera de por medio.

Y lo empató, River lo empató. El gol lo hizo otro uruguayo....no, Alzamendi no, Villazan se llamaba, jugaba de "once" ¿no te acordás?, aunque era suplente y había entrado hacía un rato.Y no sabés como lo grité, poniendo las manos alrededor de la boca y apuntando a la casa vecina...4-4 contra la selección polaca. Listo, empatado, todos contentos, ¿cuanto tiempo falta? Ya termina.

Pero no contaba con él. El uruguayo había decidido graduarse de ídolo esa noche.Y ante un estadio colmado que hervía de emoción por lo que ya era un partidazo apareció otra vez. No boludo, Villazán no. Enzo Francéscoli, el mejor jugador que yo ví.

Al minuto noventa de partido hubo un tiro libre para River que se ejecutó en forma de centro. Nadie llegó a cabecear. Pero ahí estaba él que, distinto a todos, decidió parar la pelota con el pecho y como le quedó muy alta, más arriba de su cabeza, decidió hacer una pirueta, pegarle de chilena y clavarla en una ángulo.

¡¡¡¡Goooooollll!!!! ¡¡Golazoooo!! ¡¡Cinco a cuatro!! ¡¡Tomá para vos!! ¡¡¿Por qué no lo gritás ahora?!! ¡Gooooooooool!.... Mi viejo me encontró parado sobre el cantero pegado a la medianera, mirando y gritando hacia la casa del vecino a las doce de la noche de un miércoles; y entre sorprendido y enojado me dijo: "¿Qué hacés loco?"
¿Qué le iba a explicar?

Por el resultado, por Francéscoli, y por mi vecino al que no volví a ver por un largo tiempo te juro que ese partido fué el mejor que ví en mi vida. ¿Qué era un amistoso de verano? No entendés nada nene, no entendés nada.
Web Site Hit Counter Radio Shack