miércoles, enero 24, 2007

DUDA EN EL ARCO


Escribiendo el post anterior, en el que comentaba las dudas de Daniel Pasarella al elegir marcadores centrales, me di cuenta que no sólo en ese puesto tiene dificultades de decisión este DT sino que también lo demuestra en la elección de los jugadores para un puesto fundamental: el de arquero.

Es que si hacemos un nuevo raconto desde los comienzos del kaiser como director técnico, vemos como al momento de asumir en 1990 en River Plate, decidió respaldar al arquero que era titular hasta ese momento, el “Flaco” Angel David Comizzo con el cual se dio el gusto de salir campeón en el primer semestre del mencionado año, título que le dio el espaldarazo necesario al jugador para ser convocado como tercer arquero de la selección en el Mundial de Italia, luego de la lesión de Nery Pumpido y para mantenerse como titular en su club durante un año más. Pero a principios de 1992, los hinchas millonarios se desayunaban con una noticia impactante y sorpresiva: Comisso era desafectado del plantel profesional por orden de Pasarella en un caso resonante del que hasta el día de hoy no se conocen los fundamentes del entrenador para tomar tal decisión y que quedará en la historia del fútbol como uno de los misterios jamás revelados, salvo que alguno de los protagonistas se decida a hablar, cosa que no creo que suceda a esta altura.

Luego del mencionado corte, comenzaría un periplo oscuro para River Plate en cuanto a los arqueros ya que por espacio de dos años pasarían cinco arqueros por la valla y ninguno se afianzaría en el puesto, generando malas actuaciones colectivas del equipo, inseguridad y el descontento de los hinchas. Desde Febrero de 1992 a Diciembre de 1993 se desempeñaron en el puesto: Oscar Pasett (que luego fue transferido a San Lorenzo) José Miguel, el uruguayo Zeoli, Burella y hasta Marcos Aguirre (estos dos últimos de nivel de B Nacional, donde desarrollan hoy en día sus carreras). A principios de 1994 River, a pedido de Pasarella, repatriaría a Sergio Goycochea quien por ese momento era el arquero titular de la Selección Nacional pero que tampoco colmó las expectativas del técnico que sobre final del Torneo Clausura de ese año, decidió enviarlo al banco de suplentes para reemplazarlo por el cordobés Sodero quien, por más que se coronaron campeones, no pudo mantenerse y perdió el puesto al comenzar el siguiente campeonato a manos del recién llegado Germán Burgos, cuyo pase fue adquirido también por solicitud del DT, pero que no pudo disfrutar ya que se marchó a dirigir la selección.

Y sus dudas en cuanto al portero seguirían demostrándose en el equipo nacional ya que en el lapso de cuatro años desfilaron: Burgos, Bossio, Cristante, Pablo Cavallero y Roa quien sería el titular en el mundial de Francia, aunque la máxima obsesión y el preferido de Daniel nunca pudo ser convocado ya que era ni mas ni menos que Carlos Navarro Montoya que, como casi todos saben, había jugado un par de partidos para la selección juvenil de Colombia y estaba inhabilitado para hacerlo en otro equipo a pesar de los insistentes reclamos dirigenciales a la F.I.F.A que nunca fueron reconocidos oficialmente por los argentinos ni escuchados por el máximo organismo internacional.

Como dije en un arranque de sinceridad en el post anterior, de los pasos de Daniel Alberto por la selección uruguaya, fútbol mexicano y brasilero, no tengo registros, pero podemos agregar al listado que con el equipo charrúa jugó la mayoría de los partidos de eliminatorias para el Mundial 2002 con un arquero proveniente de juveniles y que ni era titular en su club, de apellido Carini y que hoy se pasea en los bancos de suplentes de los mejores equipos europeos. Pero desde su regreso a River Plate, a principio del 2006, ya se cargó con Germán Lux, quien arrancó el ciclo como titular, pasó a ser suplente y terminó el año con la noticia de que quedaba desafectado del plantel profesional, al igual que el entrenador de arqueros Alejandro Saccone. También solicitó la compra de una juvenil promesa de la valla de Rosario Central, Juan Ojeda y confirmó con la camiseta número uno y titular a Juan Pablo Carrizo, al cual no me extrañaría ver un día de estos con la cinta de capitán.

Así es amigos lectores, que en esta mini serie de dos post, hemos descubierto como detrás de esa cortina de hierro que parece ser Daniel Alberto Pasarella se esconde un tipo dubitativo, que hace agua en muchas de sus decisiones y del cual espero nunca tener que encontrármelo para venderle una corbata ó una camisa ya que sería un cliente insoportable.
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