martes, junio 10, 2008

LA HORA DE RIVER



¡River Campeón! fue el grito sagrado del último Domingo y sonó más como desahogo que como alegría pero en definitiva, vale igual. Los Millonarios se coronan luego de cuatro años de sequía, en los cuales ademas estuvieron envueltos en escándalos y hechos que rayaron lo vergonzoso, por eso hoy la consagración se disfruta el doble.
¿Que tuvo este equipo para coronarse como el mejor?
1) La convicción de su director técnico: Convencido de sus planteos tácticos, variables a cada partido y a cada rival, no flaqueó en defenderlos a capa y espada y convencer a sus jugadores de ello. Además, se tomó como un desafío personal alcanzar el título, y para ello vivió cada partido al borde de la desesperación pero también supo darle un espíritu ganador al equipo y motivar a sus dirigidos en forma personal y grupal aun después de la debacle que fue la eliminación de la Copa Libertadores, demostrando una asombrosa recuperación cuando sacaron trece de los quince puntos que jugaron.
2) La aparición de las individualidades: Al principio del campeonato surgió un casi invencible Carrizo y un criterioso y sorpresivo goleador Abelairas. Promediando el campeonato surgieron las figuras de una defensa que se hizo fuerte y los goles de sus delanteros. Y al final, la explosión de Buonanotte y las pinceladas de Ortega que mostraron una sociedad más que interesante. El buen nivel de Ahumada, el sorpresivo y recuperado Villagra (mérito del DT), las apariciones de Alexis Sánchez y el complemento de un plantel rico en nombres que jugó como equipo.
3) Su campaña como local: de nueve partidos en el Monumental, ganó ocho y empató uno y esa cosecha le sirvió para estar holgado para poder resignar puntos de visitante, donde tuvo paradas bravas como las dos visitas a Rosario, a la Bombonera y a la cancha de Estudiantes.
River es el campeón y se jacta de ser el único equipo que festeja en el primer semestre del 2008. Su gente, cansada de festejar triunfos y derrotas ajenas, cambió los insultos por aplausos y eso es mérito de un equipo que se hizo fuerte en la adversidad y que aún sin brillar (y a mi entender ser uno de los campeones más flojitos de los últimos tiempos) se las arregló para ganar y sumar los puntos necesarios para lograr la ansiada consagración.Y todo esto tendrá real valor si se lo toma como el principio de algo que puede llegar a ser mucho más grande y que puede marcar el nuevo despegue institucional de un club que últimamente fue muy bastardeado.
Por ahora, a River le llegó la hora del festejo propio y su alegría no tiene fin. Enhorabuena.

Etiquetas:

Web Site Hit Counter Radio Shack