miércoles, julio 25, 2012

OH CAPITÁN, MI CAPITÁN.

Los capitanes en los equipos de fútbol son jugadores que siempre son mas mirados que el resto de sus compañeros por el hecho de llevar la cinta en el brazo izquierdo. Ese brazalete, generalmente de un color que lo distingue firmemente del uniforme, otorga a su poseedor la responsabilidad de ser un referente de la gente, pero principalmente la de guiar y representar a sus coequipers tanto dentro como fuera de la cancha.
Cumpliendo el rol de capitán, generalmente nos encontramos con jugadores que se destacan por diversas cualidades: pueden ser el mejor del equipo, el de personalidad mas aguerrida ó el mas veterano (como sucede en España, así se trate de un futbolista que es habitual suplente). Lo cierto es que un capitán hecho y derecho debe asumir su posición con honor y a partir de ello dar un plus: ser ejemplo y guía de sus compañeros y nexo de estos con el DT y los Dirigentes sin caer en la rebeldía extrema ó en el cómodo lugar del buchón. 
En nuestro país, donde el fútbol es cada vez mas frenético y casi eléctrico, los capitanes sufren un desgaste importante. La mayor exposición ante los hinchas, las dificultades de comunicación y relación con los entrenadores y directivos de los clubes, hacen que los jugadores que llevan el brazalete tengan un mayor roce personal que lo lleva a la erosión de esos contactos. Y como fiel muestra a lo antes dicho, hoy nos encontramos con que en el fútbol de Primera División, la mitad de los equipos participantes han perdido, por diferentes motivos, a sus capitanes.
Salvando los retiros de Verón en Estudiantes y Milito en Independiente, el resto de los clubes desvinculó a los referentes y en algunos casos hasta a quien se desempeñaba como sub capitán. Los casos son los de Botinelli en San Lorenzo (que se fue hablando pestes de la dirigencia), Cavenaghi y Domínguez en River (caso conocido), Yacob en Racing (se fue por "la puerta de atrás"), Riquelme en Boca (nunca sabremos que pasó), Leguizamón en Arsenal (enojado porque le ofrecieron renovar por poco dinero), Villar en Godoy Cruz (que forzó su salida) y Escudero en Argentinos Juniors. Un mix se produjo en Colón donde se retiró Fuertes pero desvincularon a Ariel Garcé (enojado con el manager Batistuta), su sucesor en con la cinta.
Estos casos nos reflejan que la posición del Capitán en un equipo de fútbol no se termina en el hecho de llevar una cinta ó brazalete y significa un trabajo muy arduo para quien le toque cumplirlo. Por eso, los que observamos DESDE EL TABLÓN siempre estamos atentos a esos delegados no reconocidos por los gremios porque sabemos que son la piedra basal del carácter de cualquier equipo.
"...Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas..."

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